martes, 17 de enero de 2017

LA PRIMERA GUERRA BARBARA.

En el documental, Roma, la primera guerra bárbara, producido por Historical Channel, destacan tres elementos:

1.- La interpretación de la enorme influencia que tuvo la denominada primera guerra bárbara para con el devenir de la República romana;

2.- Que los altos niveles de corrupción en el senado republicano romano constituyéronse en factor determinante para el surgimiento, en un inicio casi imperceptible, del gobierno unipersonalista de un lider militar;

3.- La figura política y militar de Mario, el Cónsul reelecto en siete ocasiones, como antecedente directo del surgimiento del gobernante todopoderoso, en pocas palabras, del criterio dictatorial sobre formas democráticas republicanas.

La irrupción de las etnias nórdicas de los cimbrios, teutones y ambrones, que desesperadamente buscaban territorios fértiles en donde asentarse, colocó a la Roma republicana en un entredicho, ya que la seguridad de sus fronteras quedaba endeble. La protección natural de los Pirineos que hasta ese entonces le había garantizado la tranquilidad de su frontera, volvíase debil ante la llegada de los cimbrios, quienes demostraban en los hechos mismos la fragilidad de la considerada segura frontera. Así, al sentirse amenazados por cimbrios, teutones y ambrones, los pobladores romanos de esa región pidieron, urgentemente, la intervención de la República en su defensa. Sería el Consul Gneo Papirio Carbón quien atendiera su solicitud marchando al frente de un ejército, con la doble misión de proteger a los habitantes de aquella zona y, paralelamente, eliminar el peligro que las etnias bárbaras representaban para con la República.

La expedición militar encabezada por el Cónsul Carbón terminaría en un completo desastre, al ser prácticamente masacrado el ejército romano en la batalla de Noreya (112 A.C.) que marca el inicio de la denominada primera guerra bárbara.
A ese fracaso militar siguieron, prácticamente en cadena, una serie de descalabros romanos. Ante tan catastrófica situación, es cuando irrumpe en la historia de Roma el que sería considerado como el tercer salvador de Roma, Cayo Mario, el zorro de Arpinum, así nombrado por sus triunfos en Africa durante la guerra númida. Llamado por el senado romano para que se encargase del grave problema militar que representaban las etnias bárbaras de los cimbrios, teutones y ambrones, Mario realiza un conjunto de atrevidas reformas militares, con el objeto de hacerse de un ejército numeroso, disciplinado e invencible.

En las batallas de Aquae Sextae y de Vercelae, las tropas romanas encabezadas por Mario pulverizaron la amenaza bárbara, destruyendo las fuerzas de los teutones, cimbrios y ambrones. Pero no obstante los aplastantes triunfos obtenidos, las intrigas, la corrupción y las ambiciones desmoronaron rápidamente la República en Roma.

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